3.6.12


Nunca dejé de marcharme
ni mis padres
ni mis abuelos
y hasta allí llega mi genealogía
cuando uno se exilia se supone que reemplaza un país por otro
pero no es así
salimos de un país pero nunca llegamos
no se llega
y si vuelves
no encuentras nada
porque lo que haces es un viaje a través del tiempo
el de la infancia a la madurez o a la vejez
un viaje de voces exteriores e interiores
que no llevan a ningún lugar.

                                 El pueblo en que se casaron mis abuelos en Dinamarca.