19.10.15


"Te hiciste tonadillera, pasaste ratos extraños...
tu vida fue como un lirio de congojas y martirios."

Flor de Fango, tango 1919 (Augusto Gentile/Pascual Contursi)



30.9.15

vida, deseo y práctica

Abocada a la tarea imposible de enseñar a cantar, sabiendo que el arte del canto –como todas las artes, se aprende de la vida. De la vida propia, pasada y presente, de nuestra historia, de la voz de nuestra madre, y de nuestras vivencias. De la vida de los otros, de las obras de cantantes, músicos, poetas, escritores, actores, artistas todos, que nos influencian, alimentan y forman.
Luego el ingrediente misterioso: el deseo, que escapa a la voluntad, al voluntarismo y al conocimiento -y no me engaño ni engaño a nadie al respecto, que como maestra no puedo dar ni imponer.
Es, finalmente, en la humilde práctica, en donde baso mi labor, donde puedo acompañarlos y aportar mi experiencia, para que sea una práctica basada en la alegría cotidiana y el placer, en la propia verdad, en el autoconocimiento, en la disciplina material y espiritual.
No hay trucos ni recetas, a cantar se aprende cantando, y aquí estoy para escuchar y acompañar en el camino.

                                          The Singing Lesson, Henry de Toulouse Lautrec

15.8.15

Canción para Mitia

Canción para Mitia,
letra y música de Laura Hansen

Entre mis brazos
tus ojos sabios
miran mis labios hablar
crear palabras para nombrar
en el eco de tus labios
las promesas
de la vida.

Entre mis manos
tus pies descalzos
suaves de no haber jamás
caminado caminos de más
como el pan tibio regalan
las dulzuras
de la vida.

Entre tus sueños
madre despierto
descubriendo junto a ti
los viejos instintos que perdí
y regresan desvelando
el sentido
de la vida.

Entre canciones
juegos y cuentos
el tiempo se nos pasó
entretejiendo la historia de amor
que nos une celebrando
el milagro
de tu vida.

Aquí una primera versión:


20.5.15

clase magistral para cantantes



Dice Paul Valery que los “diseurs de profession” (¿cómo traducir esto: los decidores, los locutores, los habladores, los actores, los cantantes?) le resultan siempre insoportables; porque en su pretensión de interpretar los textos, lo que hacen en realidad es sobrecargar y alterar las armonías primeras, el lirismo y los cantos propios de las palabras.

6.5.15

contra los cantantes

“¿Hay algo más banal que una cantante que canta?” Barbara

“¿Cómo puede existir la inteligencia vocal en ese summum de cretinismo que es a menudo un cantante?”
Marina Tsvietáieva


Como la de las sirenas de Ulises, la voz cantada nos seduce, nos encanta. Pero también nos engaña, nos miente. Cuando es la “voz propia” puede atontarnos al punto de impedirnos saber qué estamos diciendo, puede convertirnos en los peores mentirosos –los que mienten sin convencimiento, incapaces de creerse sus propias mentiras- y puede transformarnos en patéticos vanidosos y en neuróticos insatisfechos. De cantantes como estos está lleno el mundo, siempre lo estuvo, pero ahora que la banalidad y la intrascendencia está entre las manos de todos, todo el día, y nuestros oídos reciben indefensos las ondas de voces falsificadas y vacías, sufren inocentes nuestras almas, por más cera que echemos en nuestros castigados oídos.


24.1.15

las voces de la naturaleza


el chisporroteo de las llamas,
el rugir de las cataratas,
el estruendo de las olas al romper sobre la costa,
el murmullo de la lluvia,
los suspiros del viento entre las hojas,
el golpe del fruto cuando cae del árbol,
la melodía de la fuente que fluye,
el rumor de los cantos rodados movidos por el agua,
el silencio de la nieve,
el crujir de las ramas y los troncos,
el canto de los pájaros…