En el escenario, he sentido instantes aislados que quedaron grabados en mi cabeza, y todavía más fuerte en mi corazón y en mi cuerpo. Son instantes
en los que el tiempo se detiene, como suspendido. En esos instantes el silencio
se vuelve tan presente, tan denso, que me lleva con él. Esos instantes de
silencio fuera de lo normal pueden llegar mientras estoy cantando o justo al
final de una canción. Nunca he sentido ese silencio fuera de la escena.
Juliette Gréco