Y cuando
preocupaciones más activas,
y días más
polvorientos, y telarañas,
menos
infrecuentes –encierren lejos lo que fue,
aún así como una
balada tarareada y perdida,
recuerda amigo, y
vierte una lágrima
si un trovador
que fuerza la voz se arriesga a cantar.
Emily Dickinson