Después de más de veinte años cantando la música
popular de argentina, después de cientos de elecciones, y de ponerme a prueba
como intérprete otras tantas veces, he encontrado dos docenas de canciones en
las que por fin me encuentro cómoda. Canciones en las que no tengo que forzar
nada, mucho más, en las que no tengo que ‘hacer’ nada, simplemente estar allí,
y dejar que fluya. ¿Podría decir lo mismo de mi vida, de mis días? ¿Podría
decir también que después de tantos años de decisiones, de encrucijadas, de
ponerme a prueba una y otra vez, he
encontrado por fin una vida que puede vivirse en el presente? ¿Estar aquí y
dejar que fluya?