15.5.11

Araca París

París
es quien conoce todas sus calles
quien viaja en el metro sentado y leyendo
quien es fiel a una única charcuterie
es los invisibles detrás de las ventanas iluminadas con lámparas de pie
lámparas encendidas con pantallas de seda, de tibieza, de papel y lujo
de partitura barroca, pantallas de comodidad, de poesía, detrás de las ventanas de París
lámparas encendidas a las seis de la tarde, con pantallas de satén, de copa de boujoulais
de tela de pintor, todas encendidas, cuando la noche se asoma a las calles
las enfría, y sorprende a los seres perdidos
a los que quedan afuera, sin ventana detrás de la cual refugiarse
es la ciudad donde uno puede sentirse más solo
y va mirando a lo alto y ve las ventanas y balcones iluminados
detrás de los que adivina la vida confortable de los grandes burgueses
inventores de los placeres del vino, los placeres de la mesa y del adulterio
París es quien vence la batalla contra cada atardecer de invierno
quién lame el sabroso francés
es los testigos ciegos de la melancolía que envenena lentamente a los inmigrantes
es quien conoce el margen falso del Sena
quien no le teme
en cambio quien no es París
recibe su embate dulce
puntual
mortal.