19.5.11

El canto de las aves

Las aves peleaban por ser la más importante.
El Gran Espíritu convocó a una asamblea para elegir a una que pudiera gobernarlos a todos.
-Seguramente elegirán el ave con el canto más dulce, dijo el ruiseñor.
-Te equivocas, replicó el águila -quién gobierne debe ser fuerte.
-Yo tengo que ser el elegido, mi trayectoria es impecable, mi plumaje escarlata maravilla a todos, adujo el cardenal.
El pavoreal cuyo plumaje era feo, le pidió al pájaro Puhuy que le prestara su plumaje a cambio de compartir con él riquezas y honores.
El Puhuy le confió sus plumas y el Gran Espíritu nombró al pavoreal rey de las aves.
Ya coronado, el pavoreal olvidó devolver el plumaje y el favor.
El Gran Espíritu decidió entonces que así como abría el abanico magnifico de su cola, de su pico saldría un graznido que movería a risa.


Leyenda extraída del libro Leonora, de Elena Poniatowska, basado en la vida de la pintora Leonora Carrington.