25.2.11

emigrados

Se fue construyendo una casa durante la gira, como una especie de caracol o bicho canasto fue recolectando con enorme ilusión todo aquello que pensaba podía serle útil en su nuevo hogar: saleros, servilletas, toallas, posavasos, cuchillos, jabones, lapiceras, hojas, ganchos, broches, saquitos de té, chocolatinas, ceniceros, adornos y chucherías de todo tipo, muchos de ellos robados y por eso mismo más preciosos…partió durante una de las últimas funciones de aquella gira, lo vimos irse por bambalinas y a duras penas podía cargar con todo aquello, mientras derramaba algunas lágrimas por su incierto futuro y por la reciente fundación de su pasado. Seguramente la suya fue más pobre y grotesca que la emigración de Nureyev, pero no por eso menos teatral.