28.4.11

mi jardín



oriental salgo al jardín cada mañana
maravillada
(un jardín pequeño en medio de la ciudad)
es el mismo pero
algo ha cambiado misteriosamente durante la noche
me sorprende lo inagotable que es un pequeño trozo de tierra
y un poco de sol
siempre tengo que hacer algo
hecho unas gotas de agua a las flores y las hojas que tienen sed
cuento los pimpollos abiertos
y los que abrirán más tarde
observo si ha brotado un esqueje
o una ramita que corté del parque y hundí en la tierra
curiosa oteo la tierra donde reposa una semilla u otra
recojo hojas caídas
y recorto hojas marchitas
hago planes: aquí todavía me cabe un jazmín o una primavera
más gotas de agua
admiro el dibujo de las copas de los árboles
y trazo una línea en las ramas de una posible poda
el ficus, el olmo, el laurel, el ombú, la parkinsonia, los árboles del amor, la palmera
menos el olmo, que es el venerable
los demás son pequeños, adolescentes
pero sus hojas y las sombras que nos dan
ya son infinitas en variedad y cantidad
macetas y tiestos con plantas pequeñas y flores por todas partes
me piden más agua
toco la tierra, las hojas, los troncos
reviso los rincones buscando el sitio donde escarbó la gata
los insectos imponen su protagonismo:
la gran langosta que mordisqueó las hojas del rosal
la interminable fila de hormigas
los milagros: la mariposa y la lagartija
cantan los pájaros: el mirlo, el pardal, el gorrión, el jilguero y la urraca
corto, agrego, cambio, quito
meto mis manos aquí y allá
escribo
en el jardín
un largo poema
en el que seguiré trabajando
mientras viva.