20.1.11

Colette

Los zarcillos de la vid
es una maravillosa lección de canto:
el ruiseñor comienza a cantar para salvar su vida
-como todos nosotros-
para no dormirse
 y evitar así que la vid aprese sus alas
dejándolo atrapado
...pero de tanto cantar
y por hacerlo tan bien
se enamora de su propio canto

y ese es el mayor peligro para cualquier cantante:
cantar tan bien
que se enamore de su propio canto
y se olvide
de decir.